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Jean Jacques Rousseau y el Republicanismo

Ideas Políticas

©2009 Fachbuch 29 Seiten

Zusammenfassung

El presente ensayo tiene como premisa fundamental establecer los elementos claves que permiten entender la visión de republicanismo expresada por Juan Jacobo Rousseau. En ese sentido, pretendemos analizar los principales conceptos que caracterizan la tradición republicana de Rousseau:
Entender a Rousseau es una tarea harto difícil por las múltiples contradicciones que el escritor ginebrino expresa en su abundante producción literaria. Rousseau, sin duda fue un republicano, que le dio un significación a los conceptos de: ciudadano, la ley, la patria, patriotismo, la igualdad y libertad civil. Este autor contractualista va a nutrirse de los intelectuales de su tiempo, y fijará su atención a las formas de organización políticas de la antigua Grecia, las pequeñas ciudades-estados, en las cuales ideará la la mejor forma de Estado. A su juicio, sólo en los pequeños estados puede lograrse un buen gobierno, conformado por ciudadanos libres, comprometidos con lo público y caracterizados por el amor a la patria y por un compromiso intrínseco con la búsqueda del bien común. Rousseau se fijará en las antiguas instituciones griegas como las Asambleas y estudiará con gran entusiasmo a Platón y Aristóteles.

Rousseau estudiará y admirará a la República romana, en la que se inspira para hacer algunos de sus planteamientos. Muchos de los cuales van a lucir estrafalarios en su tiempo. El republicanismo nos lleva a la idea de libertad y de ciudadanía y Rousseau la une a la participación activa de los ciudadanos como hacedores de las decisiones públicas, haciendo referencia obvia a las asambleas atenienses a las que confiesa admirar por su virtuosidad.

En ensayo consta de cinco partes. En la primera, presentaremos al autor, sus influencias intelectuales y su obra republicana. En la segunda parte, haremos un breve análisis sobre la concepción de República para Rousseau. Luego, estudiaremos los principales elementos republicanos que aparecen en el pensamiento de Rousseau como son la soberanía, la ley, la libertad, la voluntad general, la igualdad, las virtudes cívicas: la educación, el patriotismo, y la religión civil. Al final del trabajo distinguiremos las instituciones republicanas planteadas por el autor y unas reflexiones a manera de conclusión.

Leseprobe

Indice

Introducción

1.- Juan Jacobo Rousseau: El hombre y su contexto histórico
1.1.- Algunas Influencias Intelectuales en su obra
1.2.- Su visión republicana: El Contrato Social (1762)
- El Emilio (1762) El Proyecto de Constitución para la Isla de Córcega (1764)

2.- La Concepción sobre la República en Jean Jacques Rousseau
2.1-Teoría del gobierno legítimo en las coordenadas de la voluntad general
2.2-La República como “ () persona pública, formada de la unión de todas las personas, primero, toma el nombre de ciudad y luego de República o cuerpo político, sus miembros lo denominan Estado cuando es pasiva y soberano cuando es activa, y potencia cuando la comparan con otras personas públicas semejantes a ella misma”

3. Elementos republicanos en el pensamiento roussoniano:
3.1.En su concepción de soberanía
3.2 En su concepción de La ley
3.3 En su concepción de La Voluntad general
3.4. En su concepción de la Igualdad y La libertad
3.5.-El ciudadano como producto de un acto de asociación
3.6.-Las virtudes cívicas en el pensamiento de Rousseau: El patriotismo, La familia y la educación
3.7.-La religión civil y la República

4.-Las Instituciones republicanas en Rousseau:
4.1. El Estado
4.2. Democracia directa a través de la voluntad general (Autogobierno)
4.3 Poder Ejecutivo a través de la Aristocracia electiva
4.3 Poder Legislativo “El legislador como guía que une a la voluntad general con el entendimiento”
4.5 El pueblo “el soberano como creador de leyes y poseedor del poder “

5. Reflexiones finales

Introducción

El presente ensayo tiene como premisa fundamental establecer los elementos claves que permiten entender la visión de republicanismo expresada por Juan Jacobo Rousseau. En ese sentido, pretendemos analizar los principales conceptos que caracterizan la tradición republicana de Rousseau:

Entender a Rousseau es una tarea harto difícil por las múltiples contradicciones que el escritor ginebrino expresa en su abundante producción literaria. Rousseau, sin duda fue un republicano, que le dio un significación a los conceptos de: ciudadano, la ley, la patria, patriotismo, la igualdad y libertad civil. Este autor contractualista va a nutrirse de los intelectuales de su tiempo, y fijará su atención a las formas de organización políticas de la antigua Grecia, las pequeñas ciudades-estados, en las cuales ideará la la mejor forma de Estado. A su juicio, sólo en los pequeños estados puede lograrse un buen gobierno, conformado por ciudadanos libres, comprometidos con lo público y caracterizados por el amor a la patria y por un compromiso intrínseco con la búsqueda del bien común. Rousseau se fijará en las antiguas instituciones griegas como las Asambleas y estudiará con gran entusiasmo a Platón y Aristóteles.

Rousseau estudiará y admirará a la República romana, en la que se inspira para hacer algunos de sus planteamientos. Muchos de los cuales van a lucir estrafalarios en su tiempo. El republicanismo nos lleva a la idea de libertad y de ciudadanía y Rousseau la une a la participación activa de los ciudadanos como hacedores de las decisiones públicas, haciendo referencia obvia a las asambleas atenienses a las que confiesa admirar por su virtuosidad.

En ensayo consta de cinco partes. En la primera, presentaremos al autor, sus influencias intelectuales y su obra republicana. En la segunda parte, haremos un breve análisis sobre la concepción de República para Rousseau. Luego, estudiaremos los principales elementos republicanos que aparecen en el pensamiento de Rousseau como son la soberanía, la ley, la libertad, la voluntad general, la igualdad, las virtudes cívicas: la educación, el patriotismo, y la religión civil. Al final del trabajo distinguiremos las instituciones republicanas planteadas por el autor y unas reflexiones a manera de conclusión.

I.- Juan Jacobo Rousseau: El hombre y su contexto histórico

Filósofo suizo, ilustrado, romántico y solitario, nació en Ginebra en 1712 a donde vivió hasta 1728. Su niñez va a estar influida por sentimientos de culpabilidad, puesto que su madre muere en el parto, y su padre lo abandona a los diez años para huir de la prisión. Su educación va a ser variada, con largos años de lecturas, estudios de obras literarias.

Rousseau irá a Francia donde desarrollara parte de su obra y verá de cerca los cambios que van a producirse en la capital francesa a mediados del siglo XVIII. Es en París, en 1744, donde establece contacto con los filósofos, Diderot y D’alembert con quienes mantendrá relaciones contradictorias. Rousseau colaborará con varios artículos para la Enciclopedia

Vale destacar que el autor va a vivir en el contexto histórico calificado como conflictivo y revolucionario. Como vieja monarquía, Francia atravesaba una crisis estructural y en los orígenes de la Revolución se encuentran las causas coyunturales y fluctuaciones económicas como demográficas que aceleraron la génesis de la Revolución. Asimismo, Rousseau vivió el período de la ilustración cuyas ideas principales eran la rebelión contra las autoridades, el racionalismo, la vuelta a la naturaleza, el cristianismo humanizado y los derechos humanos, entre otros.

La Europa del siglo XVIII sufrió notables cambios en la manera de pensar y entender las relaciones políticas y sociales. La ilustración sería la síntesis ideológica de la nueva clase social, la burguesía, en sus enfoques. Los colaboradores de la enciclopedia sintieron particular influencia por tres hechos: Simpatía y solidaridad con el pueblo, frente a los abusos que se cometían con él; una admiración sin límites por el mundo democrático y republicano de la etapa grecolatina y una confianza desmedida por la ciencia relegando la religión.

Rousseau, dentro de sus antagonismo internos, presentará ideas que serán bien acogidas por los enciclopedistas, así como otras que le generarán enormes problemas, en especial, con el Discurso sobre las Ciencias y las Artes, que le permitió ganar el primer premio de la Academia de Dijón en 1750, y también muchos enemigos, puesto que su planteamiento fue contrario a las ideas de la ilustración, sosteniendo que el avance de las ciencias y la técnica, lejos de brindarle mejoras materiales y morales al hombre, lo que hacían era corromperlo, porque la sociedad esta estructurada de manera muy injusta, por tanto, señala que sí se quería mejorar al hombre, antes tenía que mejorarse la sociedad.

Su vida transcurre entre grandes avatares, polémicas, acosos, y conflictos de toda naturaleza. En 1762 escribe sus más importantes obras de carácter republicano: El Contrato Social y el El Emilio y dos años después, por encargo, escribe el Proyecto de Constitución para la Isla de Córcega donde dibuja sus ideales de República, ligada a las pequeñas polis griegas, como forma perfecta de gobierno.

Juan Jacobo Rousseau murió el 2 de julio de 1778. Puede decirse que el autor vivió el pugna con su tiempo y en espiritual soledad en medio de las corrientes ideológicas dominantes. El predicador de la vuelta al estado de naturaleza y del pacto social, el hombre de la libertad y la igualdad primegenias y de la soberanía absoluta del pueblo, encontró en su época, los enemigos en el orden constituido. También el teórico de la religión civil , el calvinista renegado, el deísta fue censurado por las autoridades eclesiásticas y la oposición e los creyentes. El murió creyendo que el estado de naturaleza, era el estado perfecto del hombre, en contraposición al estado civil, origen de toda perversión y abogó porque las leyes, siempre estuvieran por encima de los hombres y nunca debajo para evitar las tiranías. De la razón de su tiempo, él pide volver al corazón y a los sentimientos, características éstas que según sus biógrafos le faltaron a lo largo de toda su vida.

1.1.-Algunas influencias intelectuales en su obra:

El autor ginebrino se caracterizó por ser un gran lector de los clásicos. Toma de Aristóteles los conceptos de identidad entre el ser racional y la ciudadanía, hasta la caracterización positiva de la igualdad política. De Plantón toma inspiración para plantear el modelo de educación, delegado al estado para formar ciudadanos y patriotas. De hecho, Rousseau entregó a sus cinco hijos a una Maternidad Pública para que se cumpliera tal fin.

Vovelle (1992) señala que Rousseau va a nutrirse de Cicerón y Polibio para imaginar los mecanismos de organización republicanos de la admirada Roma. Asimismo, para ofrecer una profunda y documentada reflexión sobre los principios políticos, estudio las teorías de Derecho Natural de Grocio, Pufendorf, Spinoza y Montesquieu. También influirán en él Tito Livio y Maquiavelo. De Hobbes y Bodino tomara la idea de que hay una voz monolítica del pueblo soberano1.

La idea de pacto había sido sostenida por muchos teóricos antecesores a Rousseau, era una idea en boga desde el siglo XVII, que aparece en los principales pensadores políticos – Hobbes, Spinoza, Locke- y que nuestro autor acoge de otros autores, como el mismo lo confiesa. Maquiavelo va a inspirarlo también y va ser citado en buena parte de su obra al igual que Grocio.

1.2. Su visión republicana:

La visión rousseuniana es, a la vez, política, psicológica, pedagógica, histórica y antropológica, lo que constituye a la humanidad en un todo, que repercute en cada una de sus partes. Su pensamiento es complejo, partía de la tesis de que la reforma del sistema sociopolítico sólo era posible sí se toma en cuenta la problemática educativa-política. Esa visión se verá expresada en sus obras: El Emilio, donde produce la interrelación entre lo educativo y lo político, a la manera de Platón en la República: la ley educa al hombre; bajo esta condición puede existir en un régimen republicano. Por tanto, la pedagogía se fundamenta en la sociedad, puesto que se trata de formar a los ciudadanos, al marido, al patriota.

El Contrato Social es su obra doctrinal. Ahí diserta sobre el estado, la república y el origen de la unión de los hombres. En este libro, se plantea encontrar una forma de asociación que defienda y proteja de toda fuerza común a la persona y a los bienes de cada asociado, y por virtud del cual cada uno, uniéndose a todos, no obedezca sino así mismo y quede tan libre como antes. El Contrato Social describe, entonces, la esencia de los elementos, que, sobre el plano político, constituyen la soberanía política característica del contrato autoridad-libertad. Para Rousseau, este contrato instituye un orden social, un derecho sagrado que concreta una necesidad como base de todas las demás. Sin embargo, este derecho es convencional y no natural. Pero el hecho de que el hombre nace libre, sin tener derecho a desprenderse de ella, no existe fundamento alguno para la tiranía, la eliminación de la libertad. Luego fundamenta el cambio político, y su legitimidad en la institución de la libertad, excluyendo ésta una relación de dominación o el sometimiento. Al existir el principio de libertad, el pueblo es libre; de ahí se desprende que la legitimidad de un gobierno proviene del pueblo, pues éste es libre de aceptar o rechazar cualquier gobierno. Condición para ello es que el pueblo se apropie del poder y represente a la autoridad.

En el Contrato, Rousseau plantea la existencia de un soberano como cuerpo político, formado por el cuerpo del pueblo y está formado únicamente por los particulares que la componen. Si bien constituye un cuerpo colectivo cuyo aglutinante es la voluntad general. Este concepto es clave en la teoría de Rousseau y según él se brota de la naturaleza misma del pacto originario. La voluntad general es la expresión moral lo que indica que Rousseau introduce el ingrediente de moralidad en la esencia de la comunidad política, llevando el paso del hombre del estado de naturaleza a la sociedad civil a transformarlo, sustituyendo en su conducta el instituto por la justicia y dando a sus acciones la moralidad de que antes carecía. El hombre entra al reino de la moralidad cuando deja de ser hombre y se convierte en ciudadano. Es la elevación de la vida humana a niveles superiores del estado de naturaleza. Ese estado ideal, el estado civil perfecto, es muy distinto al estado en sus formas reales, históricas, que son ya, sin excepción para Rousseau, “formas degeneradas”.2 El estado ideal de Rousseau no llega a identificarse con la utopía política pero se acerca muchísimo. Rousseau edifica su Estado con modelos históricos, como la constitución ginebrina, esparta y Roma y cuando piensa en realizar en pleno su idea señala la isla de Córcega para tal fin “Existe todavía en Europa un país capaz de legislar, la isla de Córceg. Los demás pueblos europeos han entrado en el proceso degenerativo y fuera de Europa, (…)dónde encontrar un pueblo que reúna la consistencia de un pueblo antiguo con la docilidad de un pueblo nuevo.3 En su obra, el estado republicano sometido a leyes, queda para la aplicación práctica a pueblos pequeños, plásticos, en estado de formación, donde las costumbres no se hayan cristalizado todavía en disposiciones rígidas; donde el crecimiento de las necesidades, las pasiones y los vicios no hayan iniciado la marcha ascendente; donde los intereses particulares no se hayan disociado del interés común. “La mayor parte de los pueblos son como los hombres, dóciles en su juventud; al alcanzare la vejez se tornan incorregibles. Una vez establecidas las costumbres y los prejuicios arraigados, es empresa peligrosa y vana querer reformarlos”.4

Una mirada retrospectiva a la tradición republicana puede encontrar un diseño de sociedad fuertemente integrada, y donde la pertenencia a la sociedad se rige por criterios filiales, sanguíneos y de contribución a la defensa de la patria. Rousseau, en el Proyecto de Constitución para Córcega, redactado a petición de Buttafoco y las Consideraciones sobre el gobierno de Polonia y su proyectada reforma dibujan el estado ideal roussoniano, con los mecanismos para su funcionamiento, desde el punto de vista económico, que nos llevan a una sociedad atrasada, rural, colectivista que antagonizan totalmente con el momento de grandes cambios y avances en los que vivía Rousseau. En su visión ese estado republicano compuesto por pequeños estados y sería una especie de confederación, donde la propiedad no podría establecerse que sobre la fe pública. Sería un pueblo de agricultores y pequeños comerciantes, regido por leyes y donde se buscaría mantener, una igualdad y libertad cívica, basada en la educación patriótica de sus ciudadanos.

La visión república de Rousseau va a influir a muchos estudiosos de los republicanismos contemporáneos que tomarán sus conceptos para elaborar sus propias definiciones. Philip Pettit (2003) sostiene que el Republicanismo “propugna que las personas son ciudadano, no súbditos y que por lo tanto nadie tiene derecho a decidir sobre la vida o libertad de otra persona. (…) El Estado tiene poder el para evitar que unos fuertes tomen como súbditos a unos débiles”5. La república de Rousseau parte de la ley y por tanto, todo gobierno que se rige por leyes puede llamarse republicano, incluyendo la monarquía.

Renato Cristi ( 2002) dice que el republicanismo está antológicamente relacionado con el comunitarismo y exige, por tanto, que se considere a la participación como un valor intrínseco como el planteado por Rousseau, sólo que Cristi, lo amplia en nuestro días a un concepto de participación adaptándolo a las demandas liberales que exigen respetar la autonomía y la tolerancia, es decir, no tiene que reducirse a la participación directa de los ciudadanos en los asuntos públicos por lo complejo de las sociedades actuales6.

II. La Concepción sobre la República de Juan Jacobo Rousseau

Rousseau presenta una República en la que el poder soberano, una vez constituido por la voluntad de todos, sería infalible sin necesidad de otorgar garantías. El autor sostiene que el pacto social proporciona al cuerpo político un poder absoluto. Señala que “la persona pública, formada por la unión de todas las personas, primero toma el nombre de ciudad, y hoy de República o cuerpo político; sus miembros lo denominan estado cuando es pasivo y soberano cuando es activa, y potencia cuando se la compara con otras personas públicas semejantes a ella misma”.7 Según Rousseau la república, como cuerpo colectivo creado por acuerdo general de toda la comunidad tiene la voluntad general. La soberanía se encuentra entonces en esa voluntad general que en sí es la suma total de las voluntades individuales de los miembros del contrato social. Hace especial hincapié, en que la República se rige por la ley y se orienta al bien común. La soberanía popular no consiste, entonces, en la voluntad de la mayoría de intereses privados, particulares y contingentes, sino en la voluntad general, en tanto expresión del interés común.

[...]


1 Vovelle, Michael y otros: El Hombre de la Ilustración, Alianza, Padrid, 1992. P.19

2 Roussea, JJ, El Contrato Social, Atalaya, barceloa, 1993. P. 45.

3 Rousseau, Ob. Cit. Lib II. Cap. VIII.

4 Rousseau. Ob.. Cit. Lib. II, Cap. VIII.

5 Pettit, PH. El republicanismo, Una teoría sobre la Libertad y el gobierno, Editorial Paidós, Barcelona, 1999

6 Cristi, renato Participación, representación y republicanismo, Paidós, 2002,

7 Rousseau, Ob. Cit. P.34

Details

Seiten
Jahr
2009
ISBN (eBook)
9783640668403
ISBN (Paperback)
9783640668489
DOI
10.3239/9783640668403
Dateigröße
545 KB
Sprache
Spanisch
Institution / Hochschule
Universidad Central de Venezuela – Estudios Políticos
Erscheinungsdatum
2010 (Juli)
Schlagworte
Republicanismo Ideas Políticas Filosofía Política Jean Jacques Rousseau Historia de Ideas Políticas El Contrato Social Rousseau Historia de las ideas Politicas Thema Rousseau
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Titel: Jean Jacques Rousseau y el Republicanismo