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Las reformas más importantes de la Segunda República Española

©2014 Hausarbeit (Hauptseminar) 17 Seiten

Zusammenfassung

En el contexto del seminario «Civilización», voy a ocuparme en este trabajo de las
reformas más importantes de la Segunda República Española. Con el objetivo de no
rebasar los límites del trabajo, doy mayor importancia a las cuatro reformas, que, en
mi opinion, son las más importantes. Éstas incluyen la reforma agraria, la reforma
militar, la separación entre Iglesia y Estado y las reivindicaciones regionales de
Cataluña, Galicia y el País Vasco.
En primer lugar voy a hacer un resumen histórico en pocas palabras sobre los
antecedentes de la Segunda República, que describe los actores principales y la
grave situación económica y política del Estado en aquel momento.
Después, voy a dedicarme detalladamente en la parte principal de las cuatro
reformas mencionadas. Estas reformas surgieron en el periodo de la Segunda
República, que fue proclamada el 14 de abril de 1931 y llegó a su fin con el término
de la Guerra Civil el 1 de abril de 1939.
Este período se puede dividir en dos etapas distintas. La primera etapa duró desde
1931 hasta 1933, designada como «bienio reformista», y marca la etapa más
importante en el camino hacia la modernización de España. La segunda etapa
describe los años 1934 y 1935, conocido como «bienio negro», porque en este
periodo las reformas realizadas, la reforma agraria y militar, fueron anuladas.
Terminaré mi trabajo con un resumen en que evalua la introducción de las distintas
reformas y muestra su importancia para la Segunda República y el desarrollo de la
Guerra Civil.
Mi trabajo escrito se basa principalmente en los planteamientos de Beevor, Herold-
Schmidt, Schauff y Collado Seidel, que, en mi opinión, figuran entre las obras
fundamentales sobre el análisis de este asunto. Mis conclusiones también se apoyan
en las representaciones de Tuñón de Lara, Vilar y Bernecker.

Leseprobe

índice

1 Introducción

2.Antecedentes de la Segunda República

3 Las reformas más importantes
3.1 La reforma agraria
3.2 La reforma militar
3.3 La separación entre Iglesia y Estado
3.4 Las reivindicaciones regionales

4 Resumen

Bibliografía

1. Introducción

En el contexto del seminario «Civilización», voy a ocuparme en este trabajo de las reformas más importantes de la Segunda República Española. Con el objetivo de no rebasar los límites del trabajo, doy mayor importancia a las cuatro reformas, que, en mi opinion, son las más importantes. Éstas incluyen la reforma agraria, la reforma militar, la separación entre Iglesia y Estado y las reivindicaciones regionales de Cataluña, Galicia y el País Vasco.

En primer lugar voy a hacer un resumen histórico en pocas palabras sobre los antecedentes de la Segunda República, que describe los actores principales y la grave situación económica y política del Estado en aquel momento.

Después, voy a dedicarme detalladamente en la parte principal de las cuatro reformas mencionadas. Estas reformas surgieron en el periodo de la Segunda República, que fue proclamada el 14 de abril de 1931 y llegó a su fin con el término de la Guerra Civil el 1 de abril de 1939.

Este período se puede dividir en dos etapas distintas. La primera etapa duró desde 1931 hasta 1933, designada como «bienio reformista», y marca la etapa más importante en el camino hacia la modernización de España. La segunda etapa describe los años 1934 y 1935, conocido como «bienio negro», porque en este periodo las reformas realizadas, la reforma agraria y militar, fueron anuladas. Terminaré mi trabajo con un resumen en que evalua la introducción de las distintas reformas y muestra su importancia para la Segunda República y el desarrollo de la Guerra Civil.

Mi trabajo escrito se basa principalmente en los planteamientos de Beevor, Herold­Schmidt, Schauff y Collado Seidel, que, en mi opinión, figuran entre las obras fundamentales sobre el análisis de este asunto. Mis conclusiones también se apoyan en las representaciones de Tuñón de Lara, Vilary Bernecker.

2. Antecedentes de la Segunda República

Después del final de la Primera Guerra Mundial, hubo un empeoramiento de la situación económica y de las tensiones sociales dentro del país. A lo que se añadió la alta cifra de parados, que aumentó de forma continua.[1] En todo el país se produjeron revueltas y agitaciones, sobre todo en Barcelona hubo enfrentamientos entre anarquistas y empresarios. El descontento de los militares era cada vez más grande y así se añadieron a los conflictos en Barcelona los fracasos en Marruecos. Una operación cerca de Melilla terminó en 1921 con la derrota del ejército español en la llamada guerra del Rif contra Abd-el-Krim.[2] El «Desastre de Annual» fue otro revés grave para los españoles después de la perdida de sus últimas colonias (Cuba, Puerto Rico, Filipinas) en la Guerra hispano-americana en 1898.[3] „Von einer öffentlichen Diskussion befürchteten interessierte Kreise Schaden für das Ansehen von Militär und Krone sowie eine Verstärkung der gegen die Armee gerichteten Volksstimmung, die sich zuvor schon in Rebellionen und Befehlsverweigerungen gezeigt hatte. Dem kam Miguel Primo de Rivera[4] mit seinem Putsch zuvor und versetzte dem Restaurationsregime den Todesstoß.“[5] Ocupó Barcelona y declaró el estado de emergencia el 13 de septiembre de 1923.[6] Dos días más tarde, Primo fue nombrado por el rey Alfonso XIII.[7] por el presidente de la Junta Militar. Los comunistas y el sindicato de trabajadores de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) convocaron en vano una huelga general. Primo de Rivera disolvió las Cortes, así como los concejos municipales y reemplazó estos por Juntas de Asociados, que eran reuniones de los contribuyentes principales. La actitud cooperativa de los socialistas y de la UGT (Unión General de Trabajadores), que más tarde ocuparon el monopolio por la sustitución de los trabajadores, contribuyó a la estabilización de la situación social enormemente.[8]

«Die Militärdiktatur Primo de Riveras beruhte auf einem ausgeprägten Sendungsbewusstsein, das den direkten Kontakt zum Volk suchte, und einer Ideologie, die die traditionellen Werte Spaniens betonte.» Primo de Rivera quería resolver con su dictadura tres problemas de muchos años atrás: La cuestión marroquí, los conflictos en Barcelona y el separatismo catalán.[9] España consiguió imponerse de manera decisiva con la ayuda de Francia contra Abd-el-Krim en la primavera de 1926, la guerra finalmente terminó un año después. El problema de la onda de violencia en Barcelona fue resuelto con la ayuda de la policía y los militares. Primo de Rivera había prometido la autonomía a Cataluña y así aseguró su apoyo. Por eso adoptó medidas sólo contra la izquierda radical e instó a una gran parte al exilio. Ya en 1923 la bandera catalana y el uso oficial de la lengua regional fueron prohibidos por la presión del ejército y del rey, dos años después, también se prohibiría el sermón en lengua catalana.[10]

Los años 1925 y 1926 fueron descritos como los mejores años de la dictadura. Pues a partir de 1928 se rompió el pacto social entre empresarios, UGT y la dictadura. Los sindicatos católicos se escandalizaron por la prevalencia de la UGT. Por eso se distanciaron junto con una gran parte del catolicismo político y social.[11] Además del rey, cuyo apoyo menguó desde fines de 1926, también se distanció el ejército. Muchos intelectuales opinaron, la mayor parte en el exilio, sobre la dictadura de Primo de Rivera. Entre ellos escritores y filósofos respetados como Miguel de Unamuno y Ortega y Gasset.[12]

En enero de 1929 hubo un intento de derrocamiento, en que los republicanos y los representantes de la CNT estaban implicados, con el objetivo de destituir el rey y convocar las Cortes constituyentes. Sin embargo el pronunciamiento fracasó estrepitosamente. A través del movimiento de estudiantes se logró movilizar a la opinión pública y el conflicto entre los valores tradicionales y modernos se fue agravando progresivamente. Antes de que se produjera un nuevo golpe de estado,

Primo de Rivera dimitió de su cargo el 30 de enero de 1930.[13] La dictadura fue designado como una «konservativ-autoritäre Herrschaft, die in einigen Bereichen eine partielle Modernisierung in Gang setzte und damit die Basis für die Mobilisierung der Massen in derZweiten Republik legte.»[14]

El general Dámaso Berenguer[15] fue nombrado el 30 de enero de 1930 por el rey Alfonso XIII. como jefe de gobierno, que debía lograr un retorno a la Constitución antes de 1923 para conseguir la salvación de la monarquía, lo que no tuvo éxito.[16] A través de la participación del rey en la dictadura, se distanciaban cada vez más círculos de su figura y los sindicatos eran cada vez más numerosos. En el verano de 1930 los grupos republicanos y regionalistas se fusionaron en el Pacto de San Sebastián para destituir al rey Alfonso XIII. mediante un golpe de estado. La autonomía fue prometida a las regiones de Cataluña, Galicia y el País Vasco. Pero el levantamiento fracasó de nuevo. El comercio exterior cayó y el número de parados se elevó a un 33%. El 12 de abril 1931 fueron señaladas elecciones municipales, que terminaron con la victoria de la izquierda. En muchas ciudades la República fue exigida y fue proclamada el 14 de abril de 1931. El rey Alfonso XIII. se exilió a Francia.[17]

3. Las reformas más importantes

La República reflejó el entusiasmo y las grandes esperanzas en cambios que ahora se esperaba por parte de los ciudadanos. Pero las circunstancias internacionales no podrían haber sido menos favorables que en este momento. Las consecuencias de la crisis económica mundial llevaron a la agitación social en muchas regiones. Esto significó que el margen de la financiación de las reformas, que era de todos modos muy pequeño, se limitara aún más. De esta manera, el resentimiento creció a ambos lados de las «Dos Españas». Mientras que la derecha se esforzó por la preservación de los privilegios, la izquierda había decepcionado en sus esperanzas.[18]

[...]


[1] Herold-Schmidt, Hedwig: Vom Ende der Ersten zum Scheitern der Zweiten Republik (1874-1939).

In: Schmidt, Peer/Herold-Schmidt, Hedwig (Hgg.): Geschichte Spaniens. Stuttgart 2013, p. 387; Beevor, Antony: Der Spanische Bürgerkrieg. München 2006, p. 26; Schauff, Frank: Der Spanische Bürgerkrieg. Göttingen 2006, p. 13.

[2] Beevor 2006, p. 33; Herold-Schmidt2013, p. 388.

[3] Collado Seidel, Carlos: Der Spanische Bürgerkrieg. Geschichte eines europäischen Konflikts. München 2006, p. 19; Beevor 2006, p. 24.

[4] Dictador de 1923-1930, padre de José Antonio Primo de Rivera. Collado Seidel 2006, p. 23, 43.

[5] Herold-Schmidt 2013, p. 389.

[6] Beevor 2006, p. 34; Herold-Schmidt 2013, p. 390.

[7] 1902 rey con 16 años, se exilió en 1931. Herold-Schmidt 2013, p. 376, 400.

[8] Herold-Schmidt2013, p.391,395.

[9] Herold-Schmidt 2013, p. 392.

[10] Herold-Schmidt 2013, p. 393-394.

[11] Herold-Schmidt2013, p.395.

[12] Collado Seidel 2006, p. 25.

[13] Collado Seidel 2006, p. 25; Herold-Schmidt 2013, p. 396-397.

[14] Herold-Schmidt 2013; p. 397-398.

[15] 1930 presidentedel gobierno, dimisión un año después. Schauff2006, p. 22.

[16] Beevor2006, p. 36; Schauff2006, p. 22.

[17] Herold-Schmidt 2013; p. 398-400; Collado Seidel 2006, p. 25-26.

[18] Bernecker, Walther Ludwig: Spanische Geschichte. Von der Reconquista bis heute. Darmstadt 2002, p. 156; Herold-Schmidt 2013; p.401.

Details

Seiten
17
Jahr
2014
ISBN (eBook)
9783656961048
ISBN (Paperback)
9783656961055
Dateigröße
433 KB
Sprache
Spanisch
Institution / Hochschule
Universität Trier
Erscheinungsdatum
2015 (Mai)
Note
1,7
Schlagworte
segunda república española
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