La mujer en la Segunda República y en la Guerra Civil española
Análisis del desarrollo de la posición femenina durante el primer tercio del Siglo XX
Zusammenfassung
El presente trabajo científico se ocupará a continuación de estas preguntas. Para analizar adecuadamente el desarrollo de la posición femenina durante los años de la Segunda República y de la Guerra Civil, al principio se presentará una idea general de los acontecimientos históricos más importantes en el primer tercio del Siglo XX. Le sigue un análisis de la posición femenina en la Segunda República que se basa en las informaciones de las obras científicas de Fernando Álvarez-Uría, Laura Sánchez Blanco, Rosa María Capel, Mercedes Yusta, Mary Nash e Irene Falcón. Dividido en dos partes, el análisis tratará por un lado de la situación social y cultural de las mujeres y por otro lado se ocupará de la posición femenina referente al ámbito político y económico.
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Índice
1. Introducción
2. Cronologíadela Guerra Civil
3. Laposición femenina durante la Segunda República
3.1 Situación socialy cultural
3.2 Situación políticay económica
4. Laposición femenina durante la Guerra Civil española
4.1 Organizaciones de mujeres- Mujeres Antifascistasy Mujeres Libres
4.2 Clara Campoamor: Modelo ejemplar de una mujer activa en el ámbito político
5. Observaciones finales
6. Bibliografía
1. Introducción
„[...] la única manera de madurarse para el ejercicio de la libertad y de hacerla accesible a todos [era] caminar dentro ella“1
Citando estas palabras de Humboldt, Clara Campoamor discutió sobre la liberación femenina y la igualdad de los sexos en los debates de la Cámara en 1931. Pero tanto la mención de este tema como el hecho de que una mujer estaba presente en el sector político, un sector generalmente dominado por varones, no correspondió con las normas tradicionales de las primeras décadas del siglo XX. La subordinación del sexo femenino se hizo notar en todas áreas de la vida cotidiana y estaba legitimado no sólo jurídicamente por diversos artículos de la ley sino también por la Iglesia Católica, una institución poderosa que gozaba de la supremacía en el Estado español e influía enormemente el pensamiento de los individuales. En consecuencia, el espacio previsto para la mujer era el hogar, donde tenían que preocuparse a los niños y servir al varón. A causa de estas circunstancias, cabe preguntarse: ¿Por qué era posible que una mujer -o en este ejemplo Clara Campoamor- actuó en la esfera política?, ¿Qué cambios tuvieron lugar en el ámbito político y jurídico durante los años 20 y 30, que lo hacían posible? y ¿Cómo afectaban la situación social, cultural y económica del sexo femenino?
El presente trabajo científico se ocupará a continuación de estas preguntas. Para analizar adecuadamente el desarrollo de la posición femenina durante los años de la Segunda República y de la Guerra Civil, al principio se presentará una idea general de los acontecimientos históricos más importantes en el primer tercio del Siglo XX. Le sigue un análisis de la posición femenina en la Segunda República que se basa en las informaciones de las obras científicas de Fernando Álvarez-Uría, Laura Sánchez Blanco, Rosa María Capel, Mercedes Yusta, Mary Nash e Irene Falcón. Dividido en dos partes, el análisis tratará por un lado de la situación social y cultural de las mujeres y por otro lado se ocupará de la posición femenina referente al ámbito político y económico. Aunque ambas áreas están estrechamente vinculadas y se influyen entre sí, se las examinará por separado para comprender fácilmente los diversos cambios e innovaciones en el sector correspondiente. El análisis de la posición femenina durante la Guerra Civil representará el parte siguiente del trabajo científico. En este caso, se analizará primero las diversas organizaciones de mujeres, sus instituciones, su programa y su desarrollo, puesto que estas organizaciones eran el resultado de innovaciones y posibilidades de la Segunda República a raíz de las cuales se puede ver el avance de la posición femenina sobre todo en la esfera política. Antes de las observaciones finales, en las que se resumirán, evaluarán y conectarán los resultados, se mostrará con el ejemplo de Clara Campoamor una feminista activa, que caracterizaba profundamente el desarrollo de la posición femenina.
2. Cronología de la Guerra Civil
Para entender plenamente el conflicto sangriento que hizo temblar la Peninsula Iberica entre 1936 y 1939, es indispensable examinar los acontecimientos de la Segunda República, especialmente todas las reformas de carácter revolucionario, con la intención de cambiar la estructura social de España. Con el derrumbamiento del sistema monárquico y la proclamación de la Segunda República al 14 de abril de 1931, empezó una época en que se hizo visible el problema principal de la sociedad española, que impedía la modernización del país y la realización de una revolución burguesa en España: Fue la confrontación entre una oligarquía, enraizada en estructuras arcaicas y que no estaba dispuesta a cambiar su situación privilegiada transmitida por tradición del Siglo XIX, y los trabajadores del sector rural y industrial que consideraron la República como posibilidad para la superación de su miseria. Sin embargo, se apartaron del sistema democrático después de desilusionarse por falta de un cambio rápido de su precaria situación.2
Durante las tres etapas de la Segunda República esto conflicto entre las clases sociales culminó. Por primera fase de la República se entiende el periodo del bienio de reformas, en el que la coalición republicano-socialista comenzó la solución de los problemas principales. El ministerio de Manuel Azaña reformó los tres sectores más vitales: el latifundismo, la Iglesia y el ejército. Su innovación constitucional en cuanto al sector agrícola asustó a la poderosa burguesía rural, pero no se apropió realmente de sus tierras, provocando inquietos entre los campesinos más pobres. Por lo demás, la reforma religiosa que incluyó generalmente la seperación de la Iglesia y del Estado (el divorcio y la eliminación de la educaciòn religiosa) chocó con la tradicional hegemonía clerical, atacó la postura ideológica catolicismo tradicionalista de la clase dirigente y por lo tanto creó un terreno abonado para estructurar las fuerzas esparcidas de la oposición de nuevo.3 4 5 La política del nuevo gobierno con respecto al sector militar eliminó un gran número de oficiales. Aunque la reforma militar significaba una intervención fuerte y directa en uno de los estamentos sociales más privilegiados en España, no afectó de manera elemental a la jerarquía del ejército, sin embargo creó una peligrosa fuerza contra el gobierno recién instaurado. Walter Bernecker comprueba en su obra que después de la aprobación de las reformas en realidad había un gran desinterés del gobierno republicano por ponerlas en práctica, lo que no sólo fundó en dificultades dentro de la coalición, sino también en la negativa del Gobierno de tomar medidas revolucionarias para realizar las innovaciones fundamentals. La segunda fase de la República, llamado el bienio negro, empezó con las elecciones generales de noviembre de 1933 que dieron la victoria a la derecha en general y en particular a sus exponentes más radicales. Como las reformas de la izquierda desembocaron en el reagrupamiento de las fuerzas de la derecha (CEDA, JONS, Falange Española, etc.), los conservadores pudieron llegar al poder del Estado. La derogación de medidas anteriores, especialmente en el sector agrario, fue el primer acto oficial del nuevo gobierno bajo la dirección de Lerroux por el cual la oligarquía logró la recuperación de su poder en el sur del país. En consecuencia, la situación de los campesinos se agravó repentinamente de modo que hubo una radicalización de la clase obrera. El periodo entre las elecciones generales de febrero de 1936 (la victoria fue ganada por el Frente Popular) y el comienzo de la Guerra Civil en julio del mismo año representa la tercera fase de la Segunda República, en la que el desarrollo de las reformas agrarias se escapó del control gubernativo y adoptó un carácter revolucionario. Debido al clima de inestabilidad en el Estado, a los numerosos actos violentos y finalmente al asesinato de Calvo Sotelo, jefe del Bloque Nacional, el golpe de Estado, dirigido por general Franciso Franco, tuvo lugar en Melilla y marcó el inicio del Guerra Civil española. Desde esta sublevación militar España sufrió por las luchas sangrientas entre los republicanos (El Frente Popular) a un lado, formado por socialistas, comunistas y nacionales de izquierda y por el otro los nacionalistas configurado por conservadores y el partido de derechas. Aunque los defensores de la República tenían la mayoría, no representaban una unidad homogénea por lo cual sus acciones no eran tan efectivas. En consecuencia, el Bloque Nacional podía proseguir su cortejo triunfal ocupado Málaga, el País Vasco, Cantabria y Asturias.6 7 8 9 Después de la caída de Barcelona y de la dimisión de Manuel Azaña en la primavera del año 1939, la Guerra Civil Española, que fue internacionalizada por la intervención de los regímenes fascistas de Alemania e Italia, que apoyaron los insurrectos y del régimen comunista de la Unión Soviética que apoyaron la República, acabó con la ocupación de Madrid por Franco, declarando oficialmente el fin la gu uno de abril de 1939. Casi un medio millón de víctimas a causa de operaciones militares y 300 000 exiliados, el retroceso del empleo a causa de la destrucción infraestructural, de la pérdida de trabajadores cualificados y del descenso de la capacidad adquisitiva, el hundimiento del sector cultural por falta de profesores y científicos, así como normas marcadas por la ideología que se imponía a las relaciones sociales eran el triste balance de la conflagración española, cuya final representó al mismo tiempo el inicio de una dictadura duradera bajo el general Franco.
3. La posición feminina durante la Segunda República
3.1 Situación social y cultural
El 14 de abril de 1931, día de la proclamación de la Segunda República, no solo representaba una cesura histórica de España, sino también significaba la modificación de la posición feminina referente a aspectos sociales, culturales, económicos y políticos. En lo sucesivo el análisis enfocará los cambios en el área social y cultural. Examinar la importancia del periódo entre 1931 y 1936 cuanto a la situación de la mujer española, requiere al principio describir las diversas agrupaciónes femininas. Con la modernización republicana, las mujeres de clase media, por un lado, centraron su interés a nuevos modelos de la pequeña burguesía, como el cuidado del aspecto exterior por el maquillaje o por el deporte. Para las españolas de clase baja, por otro lado, era más de una alteración superficial: el carácter innovativo de la Segunda República se reflejaba prinicipalmente en la posibilidad de liberarse de un corsé ancestral. Este “corsé” que coaccionaba las mujeres a llevar un modo de vida predeterminado, se componía de diversos factores, sobre todo de una imagen anticuada de la mujer, instaurada por una institución jerárquica y antidemocrática, la Iglesia Católica. En ese sentido tradicionaly religioso, el estereotipo de la mujer perfecta era el de madre de la familia en su entorno asignado, el hogar, abnegada y altruista, apoyando al marido con varias ocupaciones domésticas.10 Fue durante la II República, que en muy poco tiempo el gobierno republicano aprobó la Ley del Divorcio (12 de marzo de 1932) y la Ley del matrimonio civil (junio de 1932) las cuales posibilitaron que el corsé moral se relajara. Las españolas empezaron a expresar abiertamente sus sentimientos, tematizando en público el amor libre y la liberación sexual por primera vez. En consecuencia, estas medidas jurídicas eran responsables de la creación de la mujer “moderna”. Hay que precisar que se trataba solamente de una modernidad relativa, puesto que muchas mujeres todavía sufrieron penurias materiales e intelectuales.11 Otra característica triste de la existencia feminina representaban las malas condiciones de vida de la mayoría de las españolas debido a la inexistente control de la natalidad.12 Una alta cantidad de familias numerosas, la agravación de la salud de las mujeres y una elevada mortalidad infantil eran las consecuencias bajo que las sufrían. Sin embargo, desde los años treinta, comenzaron discusiones públicas sobre el control de la natalidad, el aborto - aunque ambos representaban un tabú en aquella época- y sobre la educación sexual para solucionar la mayoría de las dificultades que afectaban al estado fisiológico y psicológico de la mujer.13 Referente a la situación social y cultural de las españolas se debe considerar que la población española de las primeras decadas del siglo XX era mayoriamente rural, lo que tuvo como consecuencia que diversas tareas agrícolas formaran parte de las obligaciones hogareñas de las mujeres del campo.14 Por eso, la educación de las mujeres quedó desatendido, que resultaron en altas tasas del analfabetismo femenino.15 No obstante, la situación de las mujeres mejoró durante el período republicano puesto que las contingencias educativas y/ así como laborales incrementaron. Aparte de eso, “los procesos de urbanización y la modernización de las mentalidades produjeron progresivamente cambios significados [...] como por ejemplo el retraso de la edad matrimonial, lo que también llevaba [...] cambios en los hábitos reproductivos y reducción de la natalidad”16.
[...]
1 SANFELIU, Luz, «Derechos políticos y educación ciudadana. Feminismos progresistas en el primer tercio del Siglo XX», Historia Social, 67 (2010), pp.113-129.
2 BERNECKER, Walther L.; BRINKMANN, Sören, Kampfder Erinnerungen. Der Spanische B ü rgerkrieg in Politik und Gesellschaft 1936-2006, Nettersheim, Graswurzelrevolution, 2006, pp. 29.
3 BERNECKER, Walther L., «La Guerra Civil Española - una guerra social», en Manfred Engelbert; Javier García de María (eds.), La Guerra Civil Espa ñ ola- medio siglo despu é s. Actas del coloquio internacional celebrado en G ö ttingen del 25 al28 dejunio de 1987, Frankfurt am Main, Vervuert, 1990, pp. 11-28, aquí pp. 14-16.
4 BERNECKER/BRINKMANN (2006): 23.
5 BERNECKER/BRINKMANN (2006): 24.
6 TUÑÓN DE LARA, Manuel, «Strukturelle Ursachen und unmittelbare Anlässe», (traducido por Gerhard Poppenberg) en Manuel Tuñón de Lara y otras, Der Spanische B ü rgerkrieg. Eine Bestandsaufnahme, Frankfurt am Main, Suhrkamp, 1987, pp. 7-64, aquí pp. 60.; BERNECKER (1990): 17.
7 BERNECKER/BRINKMANN (2006): 33-35.
8 TUÑÓN DE LARA, Manuel, «Versuch einer Gesamteinschätzung- Ein halbes Jahrhundert danach», (traducido por Gerhard Poppenberg) en Manuel Tuñón de Lara y otras, Der Spanische B ü rgerkrieg. Eine Bestandsaufnahme, Frankfurt am Main, Suhrkamp, 1987, pp. 625-650, aquí pp. 628-632.
9 YUSTA, Mercedes, «La Segunda República: significado para las mujeres», en Isabel Morant (dir.), Historia de las mujeres en Espa ñ ay Am é rica Latina. Del Siglo XX a los umbrales delSiglo XXI. IV, Madrid, Cátedra, 2006, pp. 101-122, aquí pp. 103.
10 ÁLVAREZ-URÍA, Fernando, «Mujeres y política. Las políticas de las mujeres en la España de la Segunda República y la Guerra Civil», Papers: Revista de Sociolog í a, 98/4 (2013), pp. 629-646, aquí pp. 634.
11 YUSTA (2006): 107 y 110; SÁNCHEZ BLANCO, Laura, «El anarcofeminismo en España: Las propuestas anarquistas de Mujeres Libres para conseguir la igualdad de géneros», Foro de Educaci ó n, 9 (2007), pp. 229-238, aquí pp. 233.
12 SÁNCHEZ BLANCO (2007): 234.
13 YUSTA (2006): 104f.
14 YUSTA (2006): 106.
15 SÁNCHEZ BLANCO (2007): 233.; FERNÁNDEZ FRAILE, María Eugenia, «Historia de las mujeres en España: historia de una conquista», La Aljaba: segunda é poca, 12 (2008), pp.11-20, aquí pp. 13.
16 YUSTA (2006): 106.